Las afirmaciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, parecen olvidar que nuestro sistema educativo debe basarse en la Constitución del consenso, y que los primeros desarrollos del sistema de enseñanza, también del público, se hicieron con el gobierno de la UCD. Celáa ha presumido de la pretensión de control ideológico que su partido ha exhibido siempre en materia educativa.

Por el contrario, ha eludido las deficiencias del sistema educativo español, que arrastra altas tasas de fracaso escolar, o el bajo nivel en asignaturas como matemáticas o comprensión lectora, evidenciado por los informes PISA. Pero lo más grave es que la actitud del PSOE en esta materia está impidiendo un pacto de Estado, debido a su pretensión recurrente de someter la educación a la ideología.