EditorialEivissa07/09/15 0:00
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Los taxistas de Eivissa llevan ya mucho tiempo denunciando la actividad ilegal que existe en el sector. La situación, lejos de resolverse, se está agravando. Este pasado sábado, los taxistas ibicencos volvieron a protagonizar una actuación de protesta contra los llamados ‘piratas’, pero da la sensación de que sus protestas caen en saco roto. La situación este verano ha empeorado en relación a la pasada temporada. Y no parece que la administración competente haya hecho nada para actuar con contundencia. El resultado es desolador para aquellos taxistas que pagan sus impuestos y tienen licencia. La actividad ha bajado un 40% para los legales. Los piratas están ganando la batalla por el control del sector.

Cambiar la normativa. Las distintas administraciones sostienen que hay que cambiar la normativa para poder actuar con contundencia contra la actividad irregular, pero quizás podrían buscarse otros sistemas mucho más efectivos y rápidos. Si un vehículo es multado simplemente por no haber pasado la ITV, ¿cómo es posible que taxistas pirata puedan campar a sus anchas sin sanciones o la inmovilización de los vehículos? ¿Tan complicado es localizar a los infractores, abrirles un expediente, e impedir que esos vehículos sigan circulando por las carreteras de Eivissa? ¿Realmente hace falta cambiar leyes, con el tiempo que ello supone, para actuar de forma contundente y efectiva contra los piratas? El asunto se les ha ido de las manos a las instituciones, a los gobiernos de uno y otro color, y no se ve ningún avance. Por el contrario, este año es peor que el anterior. Lo denuncian desesperadamente los taxistas y parece que sus lamentos no son ni siquiera escuchados.

Regularizar el sector. Sin duda, la asignatura pendiente en Eivissa es poder regularizar el sector del transporte. Hay demasiadas quejas y parece como si todo el mundo quisiera hacer su agosto durante los meses de verano. Y lo peor es la imagen que da la isla con este conflicto. Imaginamos la cara de sorpresa de los turistas al ver a taxistas disfrazados en el aeropuerto en busca de piratas. Eivissa merece una regulación del sector del taxi, una normalidad de una vez por todas, y que los políticos, en lugar de hablar de cambiar leyes y normativas, que busquen salidas rápidas para evitar el caos que vive el sector del taxi. La situación ya es insostenible.