Las anunciadas condiciones para el desconfinamiento parcial de la población infantil generaron ayer tal aluvión de críticas al Gobierno, tanto desde distintos grupos políticos –de la oposición y de la propia izquierda– como de los pediatras que pocas horas después el Ejecutivo anunció la rectificación de la medida. Este repentido cambio de opinión es otra muestra más de que el Gobierno está desbordado y no logra controlar la situación, lo que genera una gran inquietud entre la opinión pública. La credibilidad del Gobierno y de los expertos a los que dice hacer caso está por lo suelos y en lugar de remontar, languidece a marchas forzadas. Finalmente, los niños menos de 12 años podrán salir a pasear.

Demasiados vaivenes.
Ante episodios como el de ayer, cabe preguntarse cómo y quién asesora al Gobierno y si es cierto que las medidas provienen de expertos o simplemente se trata de un escudo con el que enmascaran decisiones políticas. Con una de las tasas de incidencia de la COVID-19 más altas de todo el mundo, la prevención y cautela del Gobierno son actitudes lógicas, máxime después del fracaso que supuso no tomar medidas hasta la noche del 8-M. Sin embargo, la prudencia no puede ser nunca un pretexto para encubrir la inoperancia y la incapacidad. La gestión de la pandemia en nuestro país está evidenciando algunos síntomas de una absoluta falta de criterio. Es más, la sensación de una improvisación continuada resulta ya inasumible para una sociedad a la que resulta cada vez más difícil aceptar un confinamiento con tantas incertidumbres. Las decisiones contradictorias son una constante preocupante. Lamentablemente, el episodio del mínimo desconfinamiento de los menores es solo un episodio más.

Incapaz de poner en marcha un estudio clave.
Más preocupante aún es que el Gobierno haya tenido que retrasar por segunda ocasión el inicio del estudio serológico con el que pretende, a través de un amplio muestreo, tener un mapa de la incidencia de la enfermedad en nuestro país con el que poder tomar decisiones que ahora mismo se está demostrando incapaz de hacer por falta de datos.