Una encuesta difundida ayer por Ok Diario certifica la defunción política de Ciudadanos, partido que es engullido literalmente por el Partido Popular, formación que volvería a ser la más votada en Baleares y se encontraría a las puertas del Consolat de Mar, aunque para gobernar necesitaría el apoyo simultáneo de Vox, que sube, y El PI, que baja. La presidenta del Govern, Francina Armengol, resiste, pese a que pierde dos escaños. De todo ello, se desprende que, a menos de dos años para las próximas elecciones, el relevo de Gabriel Company por Marga Prohens ha disparado las opciones de gobernar y que, al contrario que en las pasadas cuando la victoria de Armengol y la debacle del PP estaban cantadas, en mayo de 2023 habrá batalla.

Mayoría absoluta en Ibiza.
El Partido Popular crece en Ibiza a costa de Ciudadanos y obtendría seis diputados de 12, resultado que trasladado al Consell d’Eivissa le otorgaría la mayoría absoluta, lo que supone que Vicent Marí, lejos de perder apoyos, en el peor de los casos, los mantiene y, en el mejor, los mejora. Con las reservas que merece cualquier análisis demoscópico con solo 200 encuestas en la circunscripción, Josep Marí Ribas Agustinet está lejos de lograr convertir al PSOE en alternativa. La misma situación se desprende en Formentera, donde la izquierda mantendría el diputado, según la respuesta de 100 encuestados.

La bisagra de El PI.
El PI pierde uno de los tres escaños que históricamente ha obtenido la formación regionalista, circunstancia que, con la proyección difundida, no podría calificarse de derrota, ya que sus votos serían decisivos. Es una alianza contranatura un acuerdo de gobierno entre PP, Vox y El PI, opción, que, no obstante, no puede ser descartada habida cuenta de que son habituales los cambalanches entre partidos cuando se trata de repartirse el poder y/o evitar que gobierne una opción que es considerada más dañina para sus intereses. Los acuerdos en otras administraciones también tienen mucho que decir en estos casos.