La Oficina Anticorrupción de Baleares, una entidad de dudosa independencia política, ha confirmado que el ex concejal de Vila y mano derecha de Rafa Ruiz, Alfonso Molina, pudo incurrir en incompatibilidad cuando fichó por Citelum Ibérica, la empresa responsable del alumbrado público de la ciudad, menos de dos años después de tener que dimitir por los escándalos de presunta corrupción SOIB e Eivissa Crea. Sin embargo, la misma oficina se escuda en un informe del Consistorio gobernado por Ruiz para concluir que nada se puede hacer en este caso.

SOIB, Eivissa Crea y Nascor.

Alfonso Molina, el cerebro del PSOE en Vila (hay quienes se referían a él como el ventrílocuo de Ruiz), se ha convertido en un lastre para el socialismo de esta ciudad. Su particular concepción de la política pasa, sí o sí, por aprovecharse de lo público de forma privada. A los casos SOIB y Eivissa Crea se han sumado otros como el de Nascor, una compañía contratada por Ruiz, que mantiene vínculos con Molina y que, a su vez y dentro del mismo contrato, ha fichado a la también socialista y ahora candidata Azahara Peña. Nascor tiene su sede social en el hotel de un antiguo socio de Molina.

No es el único.

No es Molina el único que se beneficia de lo público en el PSOE. Ahí está también el caso del candidato al Consell d’Eivissa, Josep Marí Ribas, al que la ex secretaria de Organización socialista y consellera insular no adscrita, Marta Diaz, ha acusado de ver el partido como una «agencia de colocación» para sus familiares. Denunciar estos tejemanejes de los políticos no es una cuestión de persecución o de revancha. Se trata de una obligación, tanto de los medios como de los propios partidos. Lo realmente lamentable es que dentro del PSOE nadie haya sido capaz de dar un golpe sobre la mesa y acabar con estas deleznables prácticas que se financian con el dinero de todos.