La imputación de Rafa Ruiz por el ‘caso Puertos’ ha provocado algunas reacciones, si bien la más llamativa es la del PSOE ibicenco, que apoya al alcalde de Vila porque considera que luchó por el interés general del Club Náutico de Ibiza para evitar que pudiese ser gestionado por una empresa no ibicenca. Aún así, la jueza de instrucción número 3 considera que pudo haber indicios de delito de prevaricación por parte del alcalde, que según la magistrada no actuó como un mero colaborador sino que pudo tener un mayor protagonismo en la prevaricación que se está investigando.

El interés general

Todos los políticos de Ibiza se pronunciaron a favor de que el Club Náutico de Ibiza siguiese en manos de los actuales gestores, una entidad sin ánimo de lucro con mucha tradición en la ciudad. Ahora bien, era responsabilidad de los dirigentes políticos buscar una solución dentro de la ley. Y no fue así. Se aprobó una propuesta que fue tumbada por un juez. Después llegó la investigación de la jueza Martina Mora que detectó graves irregularidades en el proceso del concurso.

Doble vara de medir

Nadie cuestiona que el alcalde de Vila defendiese el interés general, pero lo mismo se puede decir de Joan Gual de Torrella, que fue destituido por el Govern por adoptar las mismas decisiones que Ruiz y que ahora tiene el apoyo de la dirección socialista. ¿Acaso no se le encargó a Gual de Torrella que defendiese el interés general como Ruiz? Si es así, ¿existe un argumento convincente para explicar el motivo por el cual Gual de Torrella fue destituido fulminantemente tras su detención? La jueza debe seguir investigando y depurar responsabilidades, pero la incoherencia política es una evidencia. Al PSOE parece que solo le preocupa que uno de sus dirigentes (y candidato) sea imputado y esgrime el interés general, un argumento que también hubiese podido    aplicar a Gual de Torrella. Ambos parece que cumplían órdenes de Armengol, que sigue sin dar ninguna explicación sobre este asunto.