Hoy, 8 de mayo, se cumplen veinticinco años de la celebración de las primeras elecciones autonómicas celebradas en Balears. En 1983 se inauguraba una nueva etapa política muy importante para las Islas que, con más o menos problemas, ha derivado en una autonomía sólida, con competencias de gran calado como sanidad y educación. Han pasado veinticinco años desde que Gabriel Cañellas, Félix Pons y Jeroni Albertí fueron los grandes protagonistas de los primeros pasos de la autonomía balear. Tras aquellas elecciones tan reñidas entre Alianza Popular y PSOE, con una Unió Mallorquina que ya era clave en 1983, Gabriel Cañellas se convirtió en el primer presidente autonómico de Balears. Desde 1983 hasta 2008 se han dado pasos importantes, el Estado se ha descentralizado en favor de las autonomías, pero Balears sigue adoleciendo de problemas históricos. Hoy por hoy hay que lamentar que el Estado no reconozca el peso que tienen las Islas en el contexto económico nacional y Balears, en la actualidad, sigue siendo una autonomía muy mal financiada. El ciudadano tiene la sensación de que Madrid ingresa mucho en Balears y que se reinvierte muy poco. La millonaria deuda que acumula el Govern es una buena muestra de que las Islas no han sido una prioridad para un Estado que sí ha tenido en cuenta reivindicaciones de otras comunidades con mucho más peso político.

Pese a todo, la autonomía ha avanzado y Cañellas, Pons y Albertí no hubiesen soñado nunca con tener tantas competencias y que el Govern gestionase más de 3.000 millones de euros. Aún así, falta resolver problemas históricos, actualizar infraestructuras y que la financiación no sea una carga tan grande para las arcas del Govern. Veinticinco años después, llega el momento de situar a las Islas donde se merecen y aprovechar la sintonía política entre el Gobierno central y el de Balears, ambos del mismo signo político. Veinticinco años después, Balears debe aspirar a mucho más.