El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, hizo ayer públicos los informes sobre las balanzas fiscales de las comunidades autónomas con el sector público estatal, un estudio reclamado desde hace años que pone negro sobre blanco la realidad del reparto financiero en España. En definitiva, cuantifica la diferencia entre los que aportan y reciben del Estado las comunidades, incluso de aquellas que gozan de los beneficios históricos del concierto económico.

Los datos que se han dado a conocer no suponen una novedad. Con independencia de la confusión metodológica "hasta seis escenarios diferentes en función de los parámetros elegidos" Balears se sitúa a la cabeza de los territorios más 'solidarios' de España, con una aportación neta de hasta el 14 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB). Desde el Ministerio se advierte que esta balanza fiscal no se tendrá en cuenta en el inmediato proceso de negociación del sistema de financiación autonómico, una puntualización que trata de poner la venda antes que la herida en un tema en el que la sensibilidad política sobre esta cuestión está a flor de piel tras las últimas modificaciones en los estatutos de autonomía.

No es cuestión de reiterar lo que ya hemos expresado en tantas ocasiones sobre el agravio financiero que sufre Balears por parte del Estado, en todo caso las cifras oficiales lo confirman, ahora se trata de buscar fórmulas que suavicen el lastre que supone perder un 14 por ciento del PIB "casi 3.200 millones de euros" en las necesarias inversiones públicas para que, precisamente, nuestra Comunitat Autònoma pueda seguir estando a la cabeza de los territorios 'solidarios' de España. Guste o no en Madrid, el nuevo sistema de financiación autonómica tiene como principal misión corregir los desfases actuales.