La revelación de los importantes ingresos que le efectuó, durante aproximadamente un año, la dirección estatal del Partido Popular al ex president Jaume Matas ha provocado la lógica sorpresa entre la numerosa militancia y votantes conservadores que desconocían este generoso acuerdo económico con el dirigente que les abandonó de manera precipitada para instalarse en Washington tras la pérdida de la mayoría absoluta en mayo de 2007.

Resulta destacable que la actual dirección regional del PP, así como su ex secretario general José María Rodríguez, desconozcan las razones por las que la anterior cúpula de su partido a nivel estatal accedió a abonar mensualmente alrededor de 5.000 euros a Matas. Este es uno de los extremos que debe quedar claro: ¿En concepto de qué se pagaba a Matas? Los militantes del PP y el resto de los ciudadanos "hay que tener presente que buena parte de la financiación de los partidos procede de fondos públicos" tienen derecho a saber si los abonos a Matas eran fruto de un acuerdo general y previo o, por el contrario, una dádiva particular y sin contrapartida. Es cierto que Matas se despidió asegurando que iba a continuar colaborando tres meses con la dirección estatal del PP, pero nada se sabe del cómo y cuándo se produjo esta colaboración y tampoco en qué términos. ¿Qué sentido tenía pagar a Matas cuando ya no era presidente del PP balear, no residía en España y trabajaba para una empresa privada? ¿Fue un acuerdo secreto con el entonces secretario general del PP, Àngel Acebes? Es significativo que deje de cobrar esas cantidades cuando Acebes cesa en la secretaría general, sin olvidar que la salida de Matas del PP balear nunca contó con la aprobación del presidente nacional, Mariano Rajoy, ni en el momento ni en las formas.

Los ciudadanos de Balears y, sobre todo, los militantes del PP se merecen una explicación.