La segunda jornada del debate sobre política general de la Comunitat Autònoma enfrentó al nuevo portavoz del Partido Popular, Francesc Fiol, con el president Francesc Antich. Éste era, sin duda, uno de los momentos que había generado más expectación por cuanto debía evidenciar la orientación del principal y único grupo de la oposición en el Parlament durante los próximos meses.

El nuevo portavoz de los conservadores, Frencesc Fiol, superó de manera holgada el trámite de ayer. Tratando de distanciarse de los innegables problemas internos que han afectado a su partido, Fiol planteó una intervención seria y rigurosa, más eficaz que efectista, para analizar cada uno de los departamentos del Govern y enfatizar "era su obligación" los incumplimientos acumulados. En todo caso, el nuevo portavoz marcó un nuevo estilo respecto a su antecesora en el cargo, Rosa Estaràs, y optó por un discurso más sosegado en las formas pero duro en su contenido, en especial contra su contrincante, Antich, del que dijo que carecía de liderazgo y credibilidad.

Francesc Antich, por su parte, estimó más oportuno contrarrestar las críticas del Partido Popular con una batería de pactos, una oferta que desde los bancos de la oposición se aceptó aunque con una elevada dosis de escepticismo respecto a la solvencia de la oferta. El president también hizo gala de un tono más conciliador que en debates precedentes, circunstancia que permite adivinar el inicio de un nuevo clima político en el seno del Parlament.

Las intervenciones del resto de los portavoces, asociados en el Govern, dejó claro que los grupos nacionalistas marcan sus distancias respecto al PSOE cuando se trata de hablar de la financiación autonómica.