El PP balear empieza a valorar ya la posibilidad de tener que elegir otro candidato autonómico. En realidad, el nuevo candidato encabezaría la candidatura del PP al Parlament por Mallorca pero, de facto, sería el candidato a la Presidencia del Govern. Una querella por un asunto de farmacias amenaza a José Ramón Bauzá y todo parece indicar que será llamado a declarar como imputado, aunque el fiscal jefe de Balears parece oponerse. Si se confirma este escenario, y la imputación se alarga en el tiempo, Bauzá no podría ser candidato autonómico y el PP debería buscar un sustituto. Creo que en la mente de todos hay dos nombres. Una es María Salom, actual presidenta del Consell de Mallorca, aunque me consta que no parece dispuesta a aceptar. Otro, Biel Company, conseller de Medi Ambient y, dicen, un ejemplo del regionalismo político que tan buen resultado le dio al PP al inicio de la autonomía con Cañellas. A estas alturas, los jueces pueden hacer un gran favor al PP si descabalgan a Bauzá como candidato, algo que algunos de la izquierda -los más listos solo- ya se han dado cuenta. Sin Bauzá, con un candidato renovado, que no esté tan quemado, los populares tendrían más opciones que ahora. Pero lo lamentable, lo increíble y alucinante, es que la agenda política en esta Comunitat se siga marcando desde los juzgados con casos que, como reconocen los abogados, tienen poco recorrido. Por poco recorrido que tengan son un lastre para cualquier carrera política (que le pregunten a Pepe Sala) pero hay querellas que condicionan las elecciones. No es ningún problema para un partido grande como el PP cambiar de candidato, pero en casos extraordinarios la justicia debería acelerarse para no interferir en la política. El de Bauzá es un buen ejemplo.