Se acercan elecciones, es tiempo de cosecha. La actual depuradora de Vila tiene 30 años y se ve que ya ha dado el servicio que tocaba. La semana pasada el president Bauzá y su conseller Company vinieron a Ibiza para anunciar la licitación de una nueva.

Costará 40 millones de euros - que aportados por el Ministerio de Medio Ambiente -, se ubicará en unos terrenos del Consell y la adjudicación de las obras se prevé para finales de este año. La nueva instalación dará servicio a 140.000 personas y se basará en un sistema de depuración terciario, lo que significa que se mejorará el tratamiento de las aguas residuales. Una avance para la isla, sin duda.

Un avance que llega tarde y en el sospechoso momento de una precampaña, pero que llega. El jefe del Ejecutivo también se hizo acompañar en su visita a las Pitiüses de la titular de Educación, Nuria Riera. Con ella se fue a Formentera para dar otra buena noticia: habrá partida para el nuevo colegio de Sant Ferran. Pero el periplo semanal de Bauzá no acabó el jueves. El sábado visitó el nuevo hospital de Can Misses, junto a otro de sus consellers, Martí Sansaloni. Allí pronosticó que la radioterapia será una realidad el mes de septiembre. Una realidad que también llegará con retraso, por negligencias políticas (y no solo del PP), pero que llegará. El líder ‘popular’ sabe lo que se juega el 24 de mayo y ya está poniendo los motores de la campaña a máxima potencia. Ni él ni sus consellers van a parar de aquí a la cita electoral. Cada gesto, cada anuncio, cada visita podría influir en la intención de los votantes, para bien o para mal. Algunos dirán que el president quiere hacer ahora lo que no ha hecho en cuatro años. A mi me da igual, mientras traiga inversiones como el colegio de Formentera o la depuradora, lo del eventual electoralismo casi que se le perdona.