Hace varias semanas que ando taciturno y sin levantar cabeza. Concretamente desde que escuché el nuevo disco de la banda británica Mumford & Sons, a quienes descubrí gracias a los siempre valiosos consejos de mi amigo Vicent ‘Rota’. En su último álbum, el cuarteto de folk rock que esta misma semana actúa en Bilbao ha guardado en el armario el banjo y el contrabajo con los que tantos éxitos han conseguido en su corta trayectoria para pasar a un sonido más rockero y contundente, un cambio radical que a muchos de sus fans no les ha acabado de convencer.

Lo mismo deben pensar muchos de los votantes de Podem-Guanyem que esperaban que la irrupción de ambas formaciones en nuestras instituciones llevaría aire fresco a la política insular. De momento, sin embargo, los más contentos con los nuevos gobernantes son los funcionarios del Consell d’Eivissa, que verán reducida su jornada laboral este verano o, en caso de no poder beneficiarse de este privilegio, se les ingresará un plus en la nómina. Por no hablar de la ristra de altos cargos nombrados en los últimos días para compensar a los compañeros y camaradas que no han podido pillar asiento en las elecciones. Si esta es la nueva política, que baje el de más arriba y lo vea.

En defensa de Mumford & Sons tengo que decir que se han ganado a pulso el poder probar un nuevo estilo musical después de triunfar por todo el mundo, mientras que otros no llevan ni un mes gobernando y ya han decepcionado a muchos de sus seguidores.