Este domingo en Sant Mateu d’Albarca se celebra la fiesta de su patrón, el titular de la parroquia de esa población, el apóstol San Mateo. Es una fiesta bonita porque es un pueblo pequeño pero sencillo y agradable, y la figura de San Mateo aporta a nuestra vida unas buenas enseñanzas.

San Mateo fue evangelista: es el autor de uno de los cuatro Evangelios que forman parte de la Biblia. Como apóstol cumplió el encargo de Jesús de predicar, de transmitir sus enseñanzas y eso lo hizo no sólo con sus palabras orales sino que, inspirado por el Espíritu Santo, nos dejó ese libro tan maravilloso que contiene la encarnación de Jesús desde la experiencia de San José, el sermón de la montaña, milagros de Jesús, su pasión, muerte y resurrección. Leyendo ese Evangelio podemos fortalecer nuestra adhesión a Jesús y a su doctrina. Por eso, os animo a que la celebración de la fiesta de San Mateo nos anime a acercarnos cada vez más y mejor a la lectura de la Sagrada Escritura.

El nombre original de San Mateo era Leví, hijo de Alfeo, como refiere San Marco. La profesión que ejercía San Mateo era la de publicano, o sea recaudador de impuestos. Entre los judíos era un oficio deplorado, no sólo porque tenían que pagar, sino porque su dinero lo recibía Roma.

El hecho de que ejerciera este oficio, que seguramente era muy redituable, denota que Leví gozaba de ciertos estudios. Su cargo lo ejercía en Cafarnaúm, pequeño puerto del Mar de Galilea, o Lago Tiberiades, al norte del actual Israel.

En el Evangelio de su autoría, San Mateo relata cómo un día estaba trabajando en su escritorio de funcionario cuando de pronto entró Jesús y le dijo: «¡Ven y sígueme!» Él así lo hizo: abandonó su empleo de recaudador y dejó todas sus riquezas por hacerse discípulo de Él.

El propio Jesús fue quien lo nombró Mateo, que quiere decir ‘regalo de Dios’, y lo eligió como uno de sus doce apóstoles. Con su vida San Mateo nos enseña una manera radical de seguir a Jesús.

Como decía antes, la fiesta de San Mateo nos debe ayudar a acercarnos más y mejor a la palabra de Dios. Hay en el mundo muchas palabras que nos llegan. Uno ve todos los correos electrónicos, los whatsapps que recibe, las noticias que por prensa, radio, televisión… nos llegan. Tenemos, pues, muchas palabras a nuestro alcance, pero…¿cuántas palabras de Dios buscamos, leemos y acogemos para nuestra vida?

Es importante leer la Biblia porque encierra valiosos principios dados por Dios y porque es además el manual de instrucciones que Él nos ha dejado para vivir mejor, acogiendo su voluntad fruto de su amor hacia todos nosotros. , y conocer su voluntad.

La Biblia, la palabra de Dios nos enseña, nos cuestiona, y sobre todo nos transforma. Nos transmsite el pensamiento de Dios y nos habla de nuestro origen y nos muestra cuál será nuestro futuro. Pero habla también del mensaje fascinante y esperanzador de Jesucristo haciéndose hombre para restaurarnos de la caída de la humanidad, y devolvernos el inmerecido regalo de la vida eterna, que es la más grande expresión de amor de Dios por nosotros.

La palabra de Dios dice en el libro de Deuteronomio 28 que si obedecemos su ley, nos irá bien en todo, pero que si desobedecemos también obtendremos consecuencias funestas, al perder su protección y quedar a expensas del enemigo, que es el que gobierna este mundo. Es por eso que vemos tantas calamidades que pasan en la vida de las personas y que la gente a veces no entiende el porqué. Pero también nos encontramos con otras que aun en medio de las crisis del mundo parece que todo les sale bien.

La única forma de conocer la ley de Dios es leyendo la Biblia, pues es ahí donde podemos encontrar todo respecto a la voluntad de Dios y su palabra.

Que la fiesta de San Mateo, autor de uno de los libros de la Biblia nos mueva a ser más cercano a a la Biblia: nos hará bien a cada uno y, haciendo bien a cada uno se puede hacer bien a los demás.