Tal y como avanzó en la edición de ayer PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA, Eivissa, al igual que Sant Josep, se queda sin su gala municipal del deporte. El denominado evento Premis de l’Esport Ciutat d’Eivissa creado en 2012 y que se venía haciendo en diciembre pasa a la historia. Nos aguaron la fiesta. Una pena... y un error. Agustín Perea, concejal de Deportes del Ayuntamiento, aboga por una fiesta única –la que organiza del Consell– con más bombo y en la que se añadirían «un par de premios» municipales. Así, también se consigue «reducir gastos». ¿Convincente? Probablemente no.

Lo de llevar a cabo una sola gala a mí no me vale. ¿Por qué? Muy sencillo. Cuanto más se generalice, menos posibilidades de recibir un mínimo reconocimiento tienen muchos deportistas que, solo por su esfuerzo y dedicación, merecen. Por esa regla de tres, podemos entonces ir más allá y olvidarnos de hacer una fiesta ibicenca para realizar una balear. O, mejor aún, una nacional. O europea. O mundial. No tiene sentido, ¿verdad? Como tampoco lo tendría que –por inventar algo– se hiciera en verano una sola fiesta nocturna en un mismo espacio o que ciertos clubes locales de fútbol dejaran de celebrar sus propias fiestas de final de temporada por el mero hecho de que haya ya una insular. Por tanto, esta justificación no me sirve.

Y si nos ponemos a hablar del apartado de gastos, entonces sí que no hay razones para enterrar esta gala. Su presupuesto ronda los 1.000 euros entre técnico de sonido, premios y cartelería. Menudo derroche –ironía en modo on–. Bien, pues por esta ridícula cantidad, esa gala que en Can Ventosa reunió a tantas personas y deportistas en los tres últimos años, esa fiesta que sacaba la sonrisa de aquel deportista que no puede competir por historial con el vecino, se deja de hacer. Más de uno ya no podrá citarse en Can Ventosa ni recibir ese galardón que –quizá lo más importante– empuja a uno a seguir sacrificándose por su pasión.