Fotos en el yate, imágenes de relax y diversión con diversos amigos, instantáneas en las cercanías de las discotecas de Ibiza... Y, de repente, una foto en las pistas de atletismo de Can Misses. ¿Casualidad? Tal vez sí, tal vez no. Juzguen ustedes. Hablamos de Cristiano Ronaldo, también conocido como CR7 o Serresiete, como diría Cristóbal Soria en El Chiringuito.

En Deportes Cuatro, donde el amor por El Bicho es más que conocido por todos, ‘homenajearon’ al portugués anteayer con un pequeño reportaje sobre su entrenamiento del jueves en la isla y una serie de expresiones para enaltecer al luso, entre ellas las siguientes: «No sabe vivir sin entrenar cada día»; «para algunos, está pasándolo en grande con su panda de amigos; para otros, trabajando de lo lindo»; «no quiere perder la forma». Y ya toda España habla de la profesionalidad de Ronaldo. Pues bien, el chico está de vacaciones y no se está matando físicamente. Que lo sepan.

La propaganda del entrenamiento de Ronaldo en Can Misses se resume en diez minutos de trote y cinco de progresivos (aceleración en recta). Punto. Fue una visita tan fugaz como improductiva. Habían salido demasiadas imágenes no relacionadas precisamente con el deporte y su selección, ese día, se iba a ‘matar’ contra Inglaterra en un amistoso de cara a la Eurocopa. Tocaba limpiar la imagen. ¿Y qué mejor manera que con un ‘gran’ entrenamiento? Sí, de 15 minutos, lo justo para poner la foto en Instagram, una imagen que, además, se hizo antes de empezar a entrenar, para quien no lo sepa. CR7 fue allí a hacer el paripé. El que sí estaba entrenando era el atleta internacional español David Bustos, que acaba de hacer la mínima para los Juegos Olímpicos y, en cambio, no ha tenido tanto bombo. Que nadie se engañe, Cristiano Ronaldo sólo acudió a ‘limpiar’ su imagen. Incluso un operario lo dijo en la televisión: «Hizo un par de vueltas y un par de progresivos». Pero, claro, ¿para qué hacer hincapié en esas palabras cuando toca vender la profesionalidad de CR7 en sus vacaciones?