Los presupuestos generales del Estado ya han iniciado su tramitación y con ello se ha generado una cierta polémica en nuestras islas. Para unos, son unos malos presupuestos para Baleares, por que la inversión directa en nuestra Comunidad Autónoma cae un 11% respecto a 2018. Para otros, resultan ser los mejores presupuestos en años, ya que son unas cuentas muy favorables para diversos colectivos con importantes necesidades de carácter social.

Lo curioso es que ambas opiniones, claramente contradictorias, son defendidas por representantes de un mismo partido. Y la pregunta que se nos viene a la mente es: ¿cómo puede haber dos visiones tan dispares, de unas mismas cuentas públicas? La respuesta es sencilla: por una lealtad de partido mal entendida. La realidad es la que es, las cifras no engañan y la inversión directa es la que figura en los presupuestos com tal.

Ese mismo apartado de inversión directa, también figura en esos presupuestos para el resto de CCAA; y es ese apartado en concreto el que se compara, dando como resultado que la cantidad que llega a Baleares es inferior a la de otras CCAA, incluso inferior a la media de todas ellas. Y eso es algo irrefutable.

Que acabe siendo cierto que en las partidas de transferencias corrientes y transferencias de capital, parte de las mismas se vaya a destinar a financiar proyectos específicos en nuestras islas, no pasa de ser una mera cuestión de confianza en el gobierno del Estado.

Comentario aparte merece el argumento de que son unas cuentas muy favorables para nuestra Comunidad Autónoma porque son buenas para pensionistas, estudiantes, dependientes, parados, etc.; ya que la realidad es terca y resulta que esas mejoras no son solo para pensionistas, estudiantes, dependientes o parados de Baleares; lo son para esos colectivos en todas las CCAA.

Y ni tan siquiera cabe contemplar como inversión especifica y exclusiva para Baleares, el incremento del 50 al 75 % en el descuento de viajes para residentes; ya que eso mismo también afecta a Canarias, Ceuta y Melilla; y ellos también tienen su propia inversión directa a parte de este concepto.

Pero no es esta la única contradicción fácilmente detectable, también vemos como los responsables del PP en nuestras islas, convocan ruedas de prensa y hacen encendidas declaraciones criticando la insuficiente inversión para Baleares, por parte del gobierno socialista en los presupuestos. De nuevo una postura contradictoria e incoherente, ¿acaso no recuerdan que gobernando su propio partido en Madrid y en Baleares, también se vieron obligados a lamentar la insuficiente inversión que llegaba a nuestra Comunidad Autónoma? ¿Se les ha olvidado que en esa circunstancia, la inversión también era inferior a la media?

La ínfima importancia que los gobiernos del Estado le dan a Baleares, sea el que sea el partido que está en el poder ejecutivo, es tan evidente como palpable. Nunca hemos podido mirar en plano de igualdad al resto de CCAA, siempre hemos tenido que mirarlas desde la cola del pelotón, y eso deberían reconocerlo todos los partidos, tanto si están en la oposición, como si están gobernando.

La lealtad debe ser con los sufridos ciudadanos, no con los partidos, cualquiera que sea su color o tendencia.