Que estos días se celebre en el emblemático hotel Pikes, que tanto le gustaba a Fredy Mercury, un festival literario es una gran noticia para la ya de por sí esmirriada cultura pitiuso-balear, y digo famélica porque hemos ido para atrás como los cangrejos, empezado por la disolución de la conselleria de Cultura del Gobierno Balear en entidades inferiores que ni siquiera tienen que ver con la cultura, más bien con la ideologización de la misma. Es muy de agradecer que un grupo de intelectuales nos vengan a Ibiza a organizar jornadas culturales internacionales como las del hotel Pike y es de bien nacidos ser agradecidos, pero también estaría muy bien que nuestras autoridades culturales, en el caso que existan, se pusieran a trabajar de verdad, a coger la cultura por las hojas y a desenraizar la riquísima cultura pitiusa y balear que parece adormecida ya para no despertar. Ahora la cultura se reduce a la memoria histórica (a veces en manos de gente que no ha leído nada sobre la guerra civil) y a la política lingüística importada, el resto de la Cultura no existe: ni la historia, ni la etnología, ni la antropología, ni la arquitectura tradicional, ni los sabios ilustres que nos visitaron, ni nada. Hemos llegado a la aberración de que por intelectual se tiene a un influencer y que los dineros de la cultura se van a financiar cómics y a convertir plató de cine de Nextfilm cualquier sitio de las Pitiusas y de las Baleares: ¿por qué no hay un premio de poesía anual con el nombre de Marià Villangómez o un premio de investigaciones de historia de las Pitiusas que lleve el nombre de Isidoro Macabich o el de Bartolomé Escandell?, ¿por qué no se fomentan los estudios históricos sobre nuestro riquísimo patrimonio? Saber de nosotros es lo mínimo que podemos hacer.