Con septiembre, llegan las temidas y sufridas gotas frías (o DANA, que ahora se le ha cambiado el nombre) a las Pitiusas. Tormentas eléctricas y chaparrones de lluvia y tierra que provocan que, como cada año desde que el mundo es mundo, las carreteras de Ibiza se inunden, se colapsen y provoquen el cabreo de los sufridos ciudadanos, que pagan religiosamente sus impuestos y ven, en cambio, cómo las alcantarillas supuran heces flotantes, ratas y cucarachas muertas, restos de plástico y cualquier otra guarrería que pueda albergar los ‘bajos fondos’ de nuestra querida Ibiza cada vez que llueve. A esto se suman las goteras en centros educativos y en otros edificios públicos, como los nuevos juzgados que, recordemos, aún no se han estrenado. Cierto es que, ante mucha cantidad de agua caída en poco tiempo, poco se puede hacer, pero la verdad es que sí se puede hacer algo, como limpiar las alcantarillas con previsión antes de la llegada de la lluvia de septiembre, por ejemplo, o bien construir edificios y hacer obras públicas con el objetivo de que no tengan goteras. Para hoy, la previsión de la AEMET es igualmente pesimista, por lo que nos espera otra jornada de copiosas lluvias, seguidas de inundaciones. Así que, queridos turistas y residentes de Ibiza, sólo nos queda tener paciencia, calzarnos las botas de agua para no mancharnos de mierda hasta las rodillas, y tener mucha precaución en la carretera. El tanque de tormentas ya, si eso, para el año que viene, que tampoco corre tanta prisa (si no, que le pregunten a los comerciantes de la primera línea del puerto de Ibiza, que están ‘encantados’ de limpiar caquita cada vez que llueve y hay vertidos en el puerto). Ante este panorama y la falta de previsión por parte de instituciones y políticos sólo nos queda encomendarnos a la querida DANA. ¡Ten piedad!