Esta semana un informe del Govern balear nos ha hecho saber que la contaminación en el Puerto de La Savina por emisiones de dióxido de nitrógeno es «escandalosa». El límite legal de esta sustancia es de 40 microgramos por metro cúbico y en La Savina la media es de 321. La Unión Europea permite un valor límite horario de 200 microgramos que no podrá superarse más de 18 horas al año. Y eso que las medidas se tomaron entre enero y mayo, fuera de la temporada turística. No me quiero ni imaginar que valores hubiesen obtenido el 15 de agosto. El dióxido de nitrógeno es un gas contaminante producido por los motores de combustión, punto. Quemar gasolina o diésel, produce ese compuesto químico muy frecuente en zonas urbanas. Una exposición breve a este contaminante, según los científicos, provoca irritación del sistema respiratorio y ocular. A más largo plazo los efectos son un desarrollo pulmonar más lento en los niños y la aparición de enfermedades respiratorias crónicas y cerebrovasculares. En el día de hoy cruzaran Es Freus 174 embarcaciones de linea y no tengo ni idea del numero de las de recreo y servicios.

Llámenme catastrofista, pero esto es un suicidio colectivo involuntario. La cantidad de barcas que hacen el mismo trayecto a la misma hora y con muy pocos pasajeros es un escándalo que todos los que vivimos aquí, conocemos y criticamos. La extraordinaria idea de limitar el acceso de vehículos a la isla (con un limite muy alto desde mi punto de vista) seguramente dará buenos resultados, para la seguridad en carreteras, el bienestar de los conductores y las emisiones de contaminantes. Pero, ¿qué hacemos con el puerto? ¿Cómo y quién va a arreglar esto? Piense en ello la próxima vez que lleve a sus hijos a coger la barca.