Uno de los ministros más descamisados y con más arrojo del gabinete en disfunciones y escasas entendederas del doctor Sánchez, es José Luis Ábalos, hijo de torero, aunque él es antitaurino, lo que resulta ciertamente edípico.

A este ministro le preocupa que los ciudadanos de Baleares tengan descuentos a la hora de viajar en barco o en avión a la Península y quiere fiscalizarlos por tierra, mar y aire para ver quién viaja más, cómo y supongo que más tarde querrá saber dónde vamos y cuándo, y si estamos en contra del cambio climático y del lenguaje inclusivo; es decir, a este ministro, como a su jefe, parece que le va la asfixia de la sociedad y lo totalitario.
Lo primero que tienes que hacer, Ábalos, es devolver toda la pasta que se llevó un partido

con lo de las saladoras, que eso ocurrió en tu región y es un tema oculto. Lo segundo, si quieres ahorrar, es que se devuelvan los millones que se llevaron tus compinches socialistas de cafelito en Andalucía (caso ERE) y lo tercero, dile a Sánchez que el falcon lo pagamos los demás; y eso sí que es un descuento, con catering gourmet, como la copa de un pino. Una autonomía como Baleares que aporta tanto al Estado y vienes tú con tu torería a quitarnos las migajas con rollos igualitarios.

En vez de crear riqueza para que la gente tenga trabajo o pueda emprender, estáis todo el día con el buenísimo, la impostura y ese electoralismo cutre y permanente que impide tener planes y capacidad de gestión para que España tenga futuro. Nunca hemos tenido políticos tan chabacanos, ni la cuota les salva. Y encima tenemos que volver a no votarlos.