Una niña jugando con brubujas. | Pixabay

Hace unos días los medios de comunicación publicaban que el Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu tenía previsto destinar 82,5 millones de euros en 5 años para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas de su municipio. A primera vista, la cantidad económica podría parecer desproporcionada pero si analizas con detenimiento sus políticas locales sobre la infancia se comprende el por qué de esta importante inversión presupuestaría.

Desde mi punto de vista el primer acierto ha sido colocar a la infancia como un elemento transversal en todas las áreas del ayuntamiento. Es común que departamentos como educación, servicios sociales o juventud destinen parte de sus recursos hacia los más pequeños. Pero de este modo transversal, departamentos que inicialmente no fijaban su mirada en la infancia son ahora promotores de grandes actuaciones e inversiones. Por ejemplo, implicar al departamento de Urbanismo o de Obras hace que se tenga en cuenta a en su planificación el sector infancia creando infraestructuras destinadas y/o adecuadas a los menores, consiguiendo un municipio más amigable con su infancia.

Otro de los grandes aciertos ha sido la alta participación en la elaboración de su III Plan de Infancia, han sido muchos y diferentes los agentes que han aportado su visión y sus propuestas para establecer las políticas integrales de infancia, teniendo en cuenta aspectos como la educación, el deporte, las infraestructuras, el ocio, la salud e incluso la protección.

A nivel micro la participación de la infancia es esencial, iniciativas como la que realizó Vila con el parte de s’illa (multicines) diseñado y ejecutado bajo un proceso participativo con escolares o en la propia villa del rio con el Festival Barruguet dinamizando la cultura entre los más pequeños y su familias son iniciativas que se deben incrementar, incentivar y fomentar.

Son más de 200 las acciones que se pretenden abordar con esta importante inversión económica, es verdad que el dinero no soluciona todos los problemas, pero es un recurso imprescindible para intentar abordarlos. El municipio santaeuliense y el resto de localidades de la isla tienen ante sí el reto de acometer las necesidades y los riesgos de la infancia y la adolescencia, problemas como el fracaso escolar, las adicciones no solo al alcohol o drogas, también a las tecnologías, que están marcando mucho de los conflictos intrafamiliares y sociales. Santa Eulària tiene su ruta a seguir ahora debe continuar avanzando con sus pasos.

La infancia y la juventud son el reflejo de la comunidad, podemos quejarnos y criticarlos, pero los y las jóvenes solo se pueden desarrollar en los espacios que la sociedad adulta les proporciona. Fijar la mirada y el presupuesto de un ayuntamiento en ellos, además de mirar más allá de los intereses políticos, que en la infancia deben ser comunes, es sembrar para poder recoger los frutos. Ánimo y enhorabuena al Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu.

ivancastroconsulta@gmail.com