Pau Riba: Jo, la donya i el Gripau 02/2 CAT 1/12/2017 Fragments de l'actuació al CAT (Centre Artesà Tradicionarius) el 1r. de desembre del 2017 | Youtube: badellino

Ayer dejó este mundo el cantautor Pau Riba, uno de los iconos de la contracultura y que encontró la inspiración de una parte de su trayectoria en el entorno natural de la Mola, ayudado por el LSD.
A finales de los años 60, él y su pareja, Mercè Pastor, vinieron a Formentera con el objetivo claro de «probar el LSD». El propio artista explicó que aquel primer viaje a la isla «nos cambió para siempre los parámetros de la percepción y la comprensión, y nos puso en estado de gracia, que es lo que hizo que nuestra generación fuera una generación visionaria».

En 1971 nace el primer hijo de la pareja en la casa payesa de la Mola, en la que vivían sin agua corriente ni luz eléctrica. El parto fue asistido por el propio artista en medio de una fiesta a la que habían invitado a amigos y vecinos. Riba explicó que aquella situación le sirvió para inspirarse en la composición de Jo, la donya i el gripau, en la que la donya era Mercè y el gripau era el pequeño Pau, que acababa de nacer.

Pau Riba grabó aquel disco en la Mola con una grabadora de baterías y en un entorno totalmente natural. Una canción se grabó en un pozo; otra, bajo una higuera; otra, en medio de una fiesta, y así con cada una de las 13 que componen el álbum.

El pasado mes de abril, Riba volvió a Formentera, en un concierto con el que celebró el cincuentenario de aquella precaria grabación que dejó testimonio de una forma de vivir de aquellos hippies que en la década de los 70 poblaron Formentera –especialmente la Mola– buscando un estilo de vida del que muy poco o nada queda.

Con Pau Riba se va una buena parte de aquel espíritu de Paz y Amor que inundó la isla durante unos años, encontrando en los payeses autóctonos los mejores aliados para aquellos poluts. Lo que vino después, ya lo sabe.