Un hombre utilizando las redes sociales. | Pixabay

Si cuando regresas a casa esperas que la cena esté en la mesa, si protestas porque la camisa no está planchada, si piensas que la función de la mujer es hacer de madre y la del hombre traer el sustento a casa, si te preocupa más la pareja de tu hija que la de tu hijo, si piensas que la hiperactividad sexual del hombre es un don y la de la mujer un problema, si piensas que algunas opiniones de las mujeres tienen menos valor porque hay cosas que no entienden, si te gusta el humor que denigrada a las mujeres, si a tus trabajadoras las pagas menos que tus trabajadores, si para buscar una empleada has puesto en el anuncio «buena presencia» y no «buena cualificación».

Entonces debes comprender que no es suficiente con no maltratar a una mujer, que no es suficiente no tratarlas con agresividad, que no es suficiente con no definirlas inferiores, que no es suficiente con no denigrarlas.

Si utilizas tus redes sociales para escribir frases sobre ella que hacen llorar, porque no te das cuenta que cuando exhibes tu amor por el género femenino, lo haces de la misma manera que cuando hablas del amor que tienes por tu perro, tu coche o tus propiedades. Si por casualidad en tus comentarios has agradecido a la mujer cuanto te quiere, cuanto te soporta, cuanto te entiende, cuanto se sacrifica por ti, cuanto te cuida, incluso le agradeces por darte hijos.

Entonces de hombre a hombre te digo que reflexiones bien sobre lo que has escrito, en el centro de tu discurso te has puesto a ti mismo y a ella la expones como una propiedad tuya que hace bien un trabajo de servicio hacia ti, te pones en el centro y a ella en el margen. Involuntariamente haces una celebración de una relación de sumisión. ¿Te parece correcto exponer públicamente toda esta sumisión hacia ti?. Libérate de esta interpretación medieval de la pareja, empecemos a construir una sociedad diferente, donde se pueda vivir libre, respetados e iguales. Donde públicamente agradezcas sus logros, la consecución de sus metas personales y donde no dejemos de denunciar y luchar contra todas aquellas actitudes y comportamientos que siguen ahogando y condicionando su propio desarrollo.

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