Aeropuerto de Ibiza. | Archivo

La TEF debería hacer un programa que se titulase ‘La isla de los contrastes’. Así, al estilo de ‘La isla de las tentaciones’ de Telecinco. Un reality donde en lugar de poner a prueba la fidelidad o promiscuidad de las parejas de concursantes, se valorarse la capacidad de asumir con la mínima lógica los brutales contrastes que Ibiza ofrece cada verano. Es increíble cómo no nos estalla el cerebro y nos volvemos locos cuando en un mismo día leemos en el periódico las cifras récord de llegada de visitantes al aeropuerto de es Codolar en el mes de julio (684.137 pasajeros, un 1,1 % más que el 2019), el número de pernoctaciones hoteleras registradas durante el mes pasado (1,89 millones de viajeros, con 10,5 millones de pernoctaciones) y la notícia de que se alquilan bajos comerciales en la ciudad de Ibiza, sin cédula de habitabilidad,    por 1.200 euros al mes.

Esta locura que durante los meses de mayor actividad turística nos ofrece Ibiza sería motivo de una profunda reflexión y de gran escándalo en cualquier lugar del mundo. No aquí, por supuesto, donde cada contraste, por ilógico y descomunal que sea, es digerido con absoluta normalidad. Ninguna institución hará declaración alguna al respecto y mucho menos, iniciará la menor actuación administrativa para corregir la situación, flagrante ente ilegal, que ayer describió este periódico. Aquí todos los partidos compiten ridículamente por ver quién es el que más hace para asegurar el derecho a la vivienda digna, pero luego el Ajuntament d’Eivissa tolera desde hace años que algunos propietarios alquilen en ses Figueretes no pocos bajos comerciales que acaban siendo infraviviendas. Otro colosal ejemplo de contraste entre lo que PSOE y Podemos dicen y lo que realmente hacen.