Este fin de semana hemos conocido las listas de Podemos y Sa Unió (PP + Compromís) a las elecciones al Consell de Formentera y en fechas anteriores el PSOE y Gent per Formentera presentaron también a sus candidatos. Quedan por conocer los nombres que compondrán la propuesta del Partido Libertario de Pedro Galli. Me sorprende que una sociedad pequeña como la de Formentera tenga la capacidad de arrancar el compromiso de casi un centenar de personas que quieran dedicar los próximos cuatro años de su vida a la política local, implicándose en una lista electoral. Dar la cara por una formación u otra en un territorio tan minúsculo, significa pagar un precio y llevar para siempre una etiqueta.

Siempre he pensado que dedicarse a la gestión pública debiera ser algo obligatorio, durante una temporada, como lo de presidir la comunidad de vecinos. Muy probablemente tomaríamos conciencia de lo que supone administrar los recursos generados por todos y decidir a que y a que o dedicarlos. Pero ante lo utópico de mi pensamiento, se precisa del compromiso, de personas que de manera voluntaria, han decidido significarse con uno u otro color y pagar el precio que ello conlleva. Y esto es como lo de los equipos de fútbol, si eres del Barça al Madrid ni agua o viceversa, y ese es un grave error. En la política de proximidad la linea que separa la derecha de la izquierda es muy débil y en ocasiones casi invisible.

En la gestión de la institución más cercana al ciudadano, la política que se debe aplicar, es la del sentido común y el interés general. Y eso es lo que debemos exigir a las personas que han decidido adoptar un compromiso con la sociedad, que cuando tomen asiento en el sillón de poder, tengan por encima de todo, el interés general como objetivo Y por adelantado, muchas gracias por su compromiso