Toni Ruiz, durante la entrega de los Premios Onda Cero.

Entre algunas de las cosas intrínsecas del género humano están: la rivalidad absurda entre pueblos vecinos y la consideración sistemática de que todo lo de fuera es mejor que nuestro.

Ambas quedaron eclipsadas la semana pasada en la entrega de los Premios Onda Cero Ibiza y Formentera. La gala se convirtió en una explosión de júbilo, con doce reconocimientos a personas y colectivos de Ibiza y Formentera que por su entrega, compromiso, calidad y experiencia fueron escogidos por los miembros del jurado.

El talento artístico se llevó buena parte de los méritos como el del compositor Frank J. Cogollos, el cantautor Joan Murenu o la Escola d’Arts d’Eivissa. La actuación del polifacético Cris Martos acompañado de su hija Elsa confirmó las altas capacidades de las islas para las artes. Personas tan entrañables como Carmen Tur, el doctor Toni Florit o Joan Marí Tur, Botja, tuvieron sus reconocimientos a toda una vida de lucha por los derechos, la educación de calidad y la salud.

La importante labor de los apicultores también fue premiada en la persona de Vicent Marí y dos empresas centenarias como la Fonda Platé y la Familia Marí Mayans recibieron sus merecidos reconocimientos. En el ámbito deportivo, la Sociedad deportiva Portmany fue reconocida por sus cien años al servicio de la sociedad portmanyina.

La Fundación Conciencia mereció la gratitud por su labor de apoyo a niños maltratados.
Hay que reconocer la extraordinaria iniciativa de una cadena de radio de ámbito nacional que a través de su delegación en Baleares lleva once años mostrando una especial sensibilidad por la sociedad pitiusa, con la organización de estos premios. Debemos destacar, la incansable labor de Agustín Prades y Manu Gon al frente de la programación de Onda Cero para nuestras islas con un gran compromiso con el territorio.