David Salvá frente a los juzgados de Ibiza. | Daniel Espinosa

La poca credibilidad que pudiera tener el testimonio de la interventora del Consell d’Eivissa en su denuncia contra el presidente de la institución, Vicent Marí, queda pulverizada cada vez que la vemos con su abogado mallorquín, más preocupado del titular de prensa que persigue sin pudor, que de defender los intereses de su patrocinada, que ya confundimos con los intereses de la FSE-PSOE. David Salvá se muestra «sorprendido» porque desde Madrid no se hayan tomado decisiones políticas respecto a Vicent Marí. Más sorprende que un letrado en ejercicio busque argumentos políticos en lugar de jurídicos. Y en todo caso impresiona su desinformación. No es que Madrid no haya tomado decisiones políticas, todo lo contrario. Vicent Marí ha sido el candidato del PP a la reelección como presidente del Consell d’Eivissa. Y además, ganó las elecciones del 28 de mayo por mayoría absoluta. ¿No se ha enterado?

Este animador titulado, tras el varapalo propinado por el juez instructor de denegar la orden de alejamiento que él mismo solicitó, aunque ya dijo que no albergaba la menor esperanza, ahora insiste en su absurda e inmotivada pretensión. Viene a decirle al juez que no está protegiendo a la instructora, aunque no consta que haya que protegerla de nada. Si acaso, de su abogado o del abogado de la FSE-PSOE, que cuesta distinguirlo. Y una vez más debemos insistir que cuando se pretende convertir los tribunales de justicia en un circo de tres pistas, con sus payasos, sus malabaristas, su funambulista y su mujer barbuda, los encargados de impartir justicia deben meter en vereda a quien denigra de esta forma tan lamentable la profesión de abogado. Y su prestigio, si es que lo tuviera. Desde luego, después de lo visto en la puerta de los juzgados de Ibiza en dos ocasiones, se puede afirmar sin temor a exagerar que más parece el acosado Vicent Marí que Marián Tur. ¡Buen trabajo, David!