Antonio Lorenzo.

En las elecciones municipales del 28 de mayo, el PSOE de Sant Antoni de Portmany logró 2.307 votos y 7 escaños, 543 sufragios menos que en el año 2019 y un escaño menos que entonces. El PP de Marcos Serra ganó por mayoría absoluta, con 4.168 votos y 12 concejales, pese a haber sido acusado de todos los males posibles y de ser el causante de toda calamidad imaginable, durante una campaña infame de los partidos de la oposición en Sant Antoni. Cuando el equipo de gobierno del alcalde Marcos Serra se quedó en minoría tras expulsar al inefable y ya felizmente olvidado Joan Torres, del Pi, tanto este como PSOE y Unidas Podemos creyeron poder acabar con el PP a base de impedir la acción de gobierno y oponerse a todo. No atacaban al PP, sino a todos los vecinos de Sant Antoni y por ello fueron condenados a la oposición.

Sin embargo, los socialistas, siguen practicando su política carroñera, por la cual todo suceso negativo que se produce en el municipio es directamente imputable al alcalde Serra, que por su maldad intrínseca y por ser del PP, consiente el turismo de excesos, si no lo estimula directamente. Dice Lorenzo que «sólo hay que caminar por las calles de Sant Antoni o leer la prensa diariamente, para ver que este modelo turístico nos deja más cosas positivas que negativas». Evidentemente, las cosas positivas del turismo en Sant Antoni no están en las páginas de sucesos de los periódicos, pero tal afirmación evidencia que Lorenzo no tiene ni idea de lo que habla, dispuesto a atribuir una pelea entre turistas borrachos a la inacción del alcalde. Será porque gobernaban Reinicia y el PSOE, no había borrachos, ni peleas, ni globos de helio, ni venta ambulante, ni ningún disturbio. Ahora pide «un espacio de diálogo social» que lo único que persigue es usar cada altercado en contra del Ayuntamiento. Esta será la oposición del PSOE. Pero no cuela.