En pleno confinamiento por el covid se oían frases esperanzadoras como: ‘saldremos mejores’ y se hablaba de la nueva realidad como el maravilloso mundo que nos esperaba al final del oscuro túnel en el que nos había metido la maldita pandemia que estaba acabando con la vida de miles de personas y enfermando a otras tantas, al tiempo que daba pie a todo tipo de teorías conspiranoicas que provocaban discusiones absurdas en las redes sociales ya que los encuentros físicos entre humanos estaban limitados o prohibidos.

Pues bien: ya la tenemos aquí a la esperada Nueva Realidad. El Día Mundial de la Salud Mental nos dejó algunas cifras demoledoras, en gran parte como consecuencia de la pandemia. 26.000 personas están diagnosticadas con un trastorno de salud mental en Ibiza y Formentera. Dicho de otro modo, 15 de cada 100 personas sufren depresión, trastornos de ansiedad, trastornos bipolares o esquizofrenia, entre otros.

Lo dejó claro el responsable balear de salud mental, Oriol Lafau, que dijo a su vez que la cifra de enfermos había crecido un 16% en los dos últimos años. Todas las plazas de la planta de Psiquiatría de Can Misses están ocupadas a diario y es necesario derivar pacientes a Mallorca.

Padecer un trastorno mental sigue teniendo un fuerte estigma en nuestra sociedad, con lo que estoy seguro que hay muchos más casos sin diagnosticar, lo cual es realmente muy preocupante. El 80% de este tipo de enfermedades consiguen una recuperación total que permite una vida normal si reciben el tratamiento adecuado. Así que dejémonos de estigmas y tonterías y si vemos que se nos va la olla o la pinza y hacemos cosas raritas que no son muy normales, al médico a arreglar la cabeza. Lo mismo que haríamos si nos hubiésemos dado un golpe en la rodilla.

Por el bien de usted y el de la sociedad.