Antoni Vera, durante un pleno. | Jaume Morey

La polémica estéril iniciada por la formación de ultraderecha en descomposición por su estrategia belicista a cuenta de la libre elección de lengua, ha encajado un gol del conseller de educación Antoni Vera para salvar los presupuestos de 2024.

Los de VOX bramaban por repetir el experimento que mandó a Bauzá directamente a la oposición de un plumazo y dejó al PP de Baleares en las horas más bajas de su historia, algo que no deben olvidar. Y es que el nacional-populismo no convence en las islas, más partidarias de un regionalismo sensato que no use la lengua propia de las islas como un arma arrojadiza para enfrentarnos con otras comunidades y sembrar odio entre compatriotas.

Así, finalmente habrá libre elección de lengua en el primer ciclo escolar de iure pero no de facto. A pesar de la más que probable sobreactuación de la izquierda, la autonomía de los centros frenará las pretensiones de VOX de eliminar el catalán de la enseñanza pública. Bauzá ya se dio un tortazo en este sentido cuando permitió la elección de lengua en el primer ciclo escolar y nada menos que casi 9 de cada 10 padres optaron por que sus hijos se educaran en catalán. Afortunadamente, el porcentaje de monolingües que no quieren que sus hijos sean trilingües es minoritario, como VOX.

De este modo, las artes del conseller desbloquean el techo de gasto para 2024, algo realmente mucho más importante que esta nimiedad absurda y carente del menor criterio pedagógico que pretendendían imponer los del olor a naftalina. No habrá segregación y los centros que se acogerán al plan para incorporar la libre elección de lengua serán un número afortunadamente anecdótico. El Govern sale indemne y salva los muebles, la inmersión lingüística seguirá funcionando y VOX sale dividido de esta crisis.