El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, atiende a los medios. | Europa Press - Alejandro Martínez Vélez

El ministro de Injusticia, Félix Bolaños, aseguró este pasado miércoles en una entrevista en la emisora RAC1 que el PSOE y Junts per Catalunya, el partido del prófugo Carles Puigdemont, comparten «el mismo objetivo», aprobar una ley de impunidad, perdón, quiero decir de amnistía, «que cubra a todas las personas que estuvieron involucradas en el proceso independentista» y que «no deje a nadie fuera». El muñidor del apaño con los secesionistas para mal gobernar este país otros cuatro años, –aunque yo dudo mucho que dure tanto esta agonía gubernamental–, reconoce así que se trabaja para procurar la completa y total impunidad de los delincuentes, sin importar los delitos que cometieron, lo que incluye a los 12 supuestos terroristas que están en prisión preventiva a la espera de juicio en la Audiencia Nacional. A la vista de la confesión pública para toda Catalunya, hecha ante los micrófonos de la radio más escuchada allí, propiedad del conde de Godó, podemos disipar toda duda de qué delitos o qué personas van a ser amnistiadas. Todos son todos. Sin límites y sin miramientos. El poder del Estado puesto al servicio de los criminales, por obra y gracia del PSOE, un partido capaz de esto y mucho más. ¿Con qué credibilidad pretenden que les creamos cuando denuncien no se sabe qué ilegalidades en el Parlament de Balears, o en el Govern, o donde sea, cuando ellos están procurando impunidad a criminales que atentaron contra la Constitución, la integridad territorial del Estado, las instituciones democráticas y la convivencia pacífica? Ahora resultará que todo eso es menos grave que la aprobación en el Parlament de una instrucción que permita que el Boletín de la Cámara se publique, además de en catalán, también en castellano. Y eso les parece aberrante e ilegal, por lo que amenazan con acudir a los tribunales. Los mismos tribunales que tanto detestan.