El pasado día 13 celebramos el Día Mundial de la Radio, un medio que este año celebra también su centenario en nuestro país. A lo largo de estos cien años, la radio se la ha dado por muerta en numerosas ocasiones. La llegada de la televisión, el vídeo, Internet, las redes sociales y la TV por streaming, entre otros peligros, no han podido con un medio que se ha adaptado a los cambios con una sabiduría magistral, aprovechando en la mayoría de las ocasiones las supuestas amenazas para su beneficio, creciendo como medio.

La Inteligencia Artificial aparece ahora como el nuevo riesgo para el oficio de técnicos y locutores de radio. Nunca un software podrá sustituir una voz detrás de la cual hay un corazón latiendo, pero seguro que la radio sabrá aprovechar la IA en su beneficio. La radio tiene una gran ventaja frente a sus competidores, es tan modesta que no se apodera de nosotros.
Nadie puede conducir mirando el televisor, ni cocinar leyendo un libro, ni ponerse los zapatos escribiendo en el ordenador. Pero la radio sí permite hacer todas esas cosas y muchas más, mientras te acompaña con información y entretenimiento, transmitiendo emociones sin apropiarse de nuestros sentidos.

Otra cosa que tiene la radio, es que está viva en horas, minutos y segundos, como hacemos los humanos, a diferencia del resto de los medios. Se acompasa con nosotros como si fuese un órgano más de nuestro cuerpo.
Siempre habrá alguien que tenga algo que contar y alguien que lo quiera escuchar, y a mitad de camino estará siempre la radio como transmisor y receptor del mensaje.
Eso garantiza el futuro de la radio como medio. Lo que está por ver es cuál será la tecnología del futuro, pero la radio se adaptará a ella como un guante, como lo ha hecho siempre. ¡Viva la Radio!