La fórmula ideada por la ministra Yolanda Díaz para que llenar la cesta de la compra no sea un suplicio solo cuenta con el beneplácito de las asociaciones de consumidores, quienes no obstante comprenden la preocupación del pequeño comercio y del sector agrario por los posibles efectos colaterales. La realidad es que el problema de la inflación tiene unos orígenes de base supranacional que nunca podrán atajarse con medidas parche locales como la bonificación de la gasolina, el tope de los 27 grados o la lista de la compra de Díaz.

La lista de la compra de Díaz disgusta a toda la cadena de alimentación

El IPC consolidado en Baleares del mes pasado se situó en un 10,7%, dos décimas por encima de la media nacional. El paulatino incremento de precios está haciendo cada vez más mella en los bolsillos de los ibicencos, que ya están cambiando sus hábitos de consumo. Si ya de por sí es difícil afrontar estos precios en la Península o, incluso Palma, en el caso de Ibiza y Formentera es aún peor, pues basta con acercarse a un mismo supermercado en Palma o alguna ciudad de la Península para comprobar que en Ibiza los precios de los mismos productos son más elevados.