A pesar de que resulta asombroso, no es ningún secreto que cerca de la mitad de los autobuses escolares de Eivissa carece de cinturón de seguridad en todos sus asientos excepto en los delanteros y en los que se encuentran junto a la puerta trasera del vehículo. Y no es ningún secreto porque es legal, es decir, no supone ninguna infracción.

La ley dice que desde el año 2007 sólo se autoriza la matriculación de autobuses que tengan instalados cinturones de seguridad, pero no obstante, los autocares matriculados con anterioridad a esta fecha pueden seguir circulando porque no se exige que lleven sistema de retención de pasajeros.

En un reportaje que realizó este periódico en octubre pasado en el que se advertía de esta situación, las cinco compañías ibicencas que se encargan en la isla del transporte escolar mostraron su disposición a ir renovando poco a poco los vehículos hasta lograr que todos ellos cuenten con cinturón en todos los asientos.

De hecho, en estos meses se ha renovado alguno de estos vehículos escolares. Pero mientras que los responsables de los colegios se preocupan de contratar autobuses con sistema de retención cuando van a realizar una excursión puntual, no parece que los responsables del transporte escolar diario se preocupen tanto. Lo cierto es que, hace no mucho tiempo, un autobús escolar matriculado con anterioridad al año 2007, es decir, sin cinturones, sufrió un pequeño accidente en la rotonda de Jesús. Nadie resultó herido.

El conductor se dirigía en ese momento a recoger a los niños y, en consecuencia, el vehículo iba vacío. Sin embargo, hay que saber que, según la DGT, en lo referente al transporte escolar en autobús «un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales». «Nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales, podrían haberse evitado si se hubiera utilizado este tipo de dispositivo», avisan.