No me gusta ser aguafiestas ante el revuelo y entusiasmo que se ha creado en los últimos días, pero el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) nunca ha acertado unas encuestas sobre las autonómicas de Balears. No es que no haya acertado. Es que tampoco se ha acercado. En el último sondeo, además, hay errores de bulto que puede ver hasta un parvulito. Veamos: no se puede hacer un análisis mínimamente riguroso si lo que hace el sondeo es hacer una previsión balear y no tiene en cuenta las circunscripciones por islas. Por ejemplo, el Pi obtiene en el sondeo del CIS un 0,9% de los votos. Solo con que votasen los alcaldes y familiares de este partido político, se superaría este porcentaje. Por lo tanto, si el Pi tiene más de un 5% tiene asegurado, al menos, un representante en el Parlament. O han preguntado mal o, simplemente, no se han enterado de quién se presenta a las elecciones. Para recordar lo ocurrido con los últimos sondeos del CIS, varios ejemplos. En 2003, el CIS pronosticó 23 diputados para el PP. Al final fueron 30. En 2007, este mismo organismo dijo que los populares conseguirían 27 escaños, pero finalmente fueron 29. En las pasadas autonómicas, los del CIS tampoco atinaron mucho con el resultado. Pronosticaron 32 diputados para el PP cuando al final se alcanzaron los 35 escaños. Yo no sé qué ocurrirá en las autonómicas, pero les aseguro que esta encuesta no es demasiado fiable. En las elecciones hay dos elementos que pocos tienen en cuenta y son de gran importancia. Uno, el reparto que asigna la Ley d’Hondt, que casi siempre suele ser cruel con los partidos pequeños. Dos, el número de abstenciones, que aumenta el porcentaje que tienen que lograr los pequeños para entrar en las instituciones. Ahora bien, no seamos aguafiestas y que siga la fiesta.