Publiqué un artículo en Última Hora, en julio de 2002, hace trece años, que la desalinizadora de ses Aufàbies, Cala Gració, Sant Antoni, abastecería Cala de Bou, la zona sur de la bahía de Portmany, Sant Josep. Y así se hizo. En aquellos tiempos, también necesitaban agua de buena calidad Cala Molí, Cala Vedella, Cala Tarida, Sant Josep, Sant Jordi y Platja den Bossa. Por otra parte, la empresa Aqualia, que por aquel entonces ya tenía los pozos salinizados, hace trece años, fíjense, solicitó al Ayuntamiento de Sant Josep que intentara encontrar nuevos caudales, y añadía en mi artículo que el teniente de alcalde, Josep Marí Ribas ‘Reganes’, había pedido oficialmente al Ministerio de Medio Ambiente, al entonces ministro Jaume Matas, mira por dónde, que instalara una desaladora de agua de mar en Sant Josep. En suma, han pasado trece años y ni conservadores ni progresistas han sido capaces de solucionar la falta de agua potable en el municipio. Y ahora todo son prisas y además no llueve. Menos mal que Vila aportara un cierto caudal a Sant Josep y también lo hará el grupo Matutes. Mientras tanto, Sant Josep invertirá 3,5 millones de euros, tiene que hacerlo, para mejorar la red de abastecimiento, que sólo tiene un 32% de rendimiento debido a las fugas. Y me pregunto qué ha hecho el Ayuntamiento de Sant Josep para abastecer con agua de buena calidad a todo el municipio. Y puesto que nadie me contestará, opino que no han hecho nada para mejorar el agua que sale por los grifos. Y claro, ahora las sales y los cloruros han invadido la red y no debe extrañarnos la preocupación, la desesperación, del alcalde Josep Marí Ribas ‘Agustinet’. Seguro que lo pasa mal y encima no llueve y estamos casi en el ’ferragosto’, mes en que habrá más demanda de agua potable.

Pero es que hace 12 años, también escribí que gracias a las demandas del Ayuntamiento de Santa Eulària, a la iniciativa del Ministerio de Fomento y a la financiación de la Unión Europea «se construirá una planta desaladora de agua de mar en terrenos cercanos a la costa y al torrente de s’Argentera». La previsión, entonces, era que produciría una caudal diario de 10.000 m3 y parece ser que ahora puede aumentar dicho caudal, pero ocurre que hay un desfase de 19 millones de euros y no hay nadie capaz de ponerla en funcionamiento y así poder ayudar a Sant Josep y a Santa Eulària, naturalmente. Claro que tampoco hay la interconexión, y me pregunto qué impide al Govern balear o al Ministerio de Fomento sacar los 19 millones de euros que se necesitan del ‘fondo de los reptiles’, que al parecer tienen todos los gobiernos (al menos los había en tiempos de Adolfo Suárez). Así, pues, señores gobernantes, déjense de monsergas y pongan en funcionamiento la planta desaladora de Santa Eulària.

Y para darle más morbo al tema del agua que no has de beber, el Movimiento Ciudadano EPIC, leo en noudiari.es, que la red de abastecimiento de Vila sufre importantes fugas y que sólo el año pasado perdió el municipio de Vila un 18% debido a pérdidas en la red. Se esfumaron unos 726 mil metros cúbicos. ¡No veas! Así que Vila también ha de mejorar la red de abastecimiento, al igual que lo hace Sant Josep. El año que viene, ya verán, más de lo mismo. «Dic jo, ‘vamos’ a veure», que decía un compañero de estudios menorquín.