Las primeras horas de cada año nos traen los valses y las polcas que magistralmente interpreta la Filarmónica de Viena en el Musikverein. El Concierto de año Nuevo nos anima a encarar con alegría y esperanza el año. Maris Jansons reescribió este año el concierto. Pero tras esta bocanada de alegría y cambio uno se da de bruces con la cruda realidad. Desgraciadamente, hay situaciones que no se reescriben y se reproducen sin importar la fecha.

72 horas después de iniciase el año una mujer era asesinada en Madrid. Cuando no habían pasado 24 horas conocíamos un nuevo crimen en Galápagos, Guadalajara. Alange era el escenario del tercer crimen con una mujer víctima. En cuestión de una semana, tres mujeres muertas a manos de sus parejas o ex parejas.

La segunda semana del año, más de lo mismo. El lunes encontraban muerta en Toledo una mujer, presuntamente, a manos de su marido. Y ayer, a primera hora del día nos desayunábamos, nos atragantábamos con una nueva barbarie en Tarragona. Un hombre descerrajaba en plena calle varios tiros de escopeta contra su mujer. Como en otras muchas ocasiones, el hombre después intentó suicidarse.

En 2015 murieron asesinadas 57 mujeres. El teléfono 016 contra la violencia de género obtuvo el pasado año el mayor número de llamadas desde que se creó en 2007 como una de las herramientas para acabar con la lacra social de los malos tratos contra la mujer. Casi 82.000 llamadas a un servicio que es gratuito y no deja rastro en las facturas. La Ley Integral contra la Violencia de Género de 2004 supuso un avance pero al cierre de cada año las mujeres muertas superan el medio centenar. Este año la estadística señala una mujer asesinada cada tres días. Año nuevo, dramas viejos.