Nada más conseguir la clasificación para los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, por los mentideros del fútbol se decía que la Sociedad Deportiva Formentera podría trasladar el partido contra el rival de Primera División que le tocara al estadio de Can Misses con el fin de hacer caja.

Podría parecer lógico por la gran diferencia de capacidad entre un campo y otro. En el Municipal de Sant Francesc hay espacio para 375 personas sentadas, más aquéllas que se queden de pie. En Can Misses hay lugar para unas 5.000 en total. Con gradas supletorias en la pitiusa menor es posible rozar los 3.000 espectadores, por lo que habría una diferencia de 2.000 entradas con respecto al recinto de Vila. Teniendo en cuenta que las entradas costarán entre 50 y 70 euros, estamos hablando de, al menos, 100.000 euros más en ingresos que irían a parar a sus arcas si el duelo fuera en Ibiza.

Pero de eso nada. Xicu Ferrer y su directiva tenían y tienen claro que esta fiesta es para el Formentera y los formenterenses. Y con toda la razón del mundo. En la vida, en ocasiones, el dinero no lo es todo. La cúpula directiva rojinegra dejó de lado la posibilidad de hacer caja con una decisión tan lógica como admirable, porque no cualquiera deja escapar esos miles y miles de euros de más que habría recaudado en Can Misses. Chapó.