No darás falso testimonio ni mentirás, nos dice el octavo Mandamiento.
Jesucristo la verdad de Dios se manifestó en plenitud. El hombre busca naturalmente la verdad. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir la verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación, la ambigüedad y la hipocresía.
Ante Pilato, Cristo proclama que había venido al mundo para dar testimonio de la Verdad ( Jn, 18-37).
Pecados contra el octavo Mandamiento: la mentira, el juicio temerario, la maledicencia, la calumnia. La mentira consiste en decir falsedad con intención de engañar. El juicio temerario es admitir como verdadero, sin tener suficiente fundamento, un defecto moral en el prójimo. La maledicencia es manifestar los defectos y las faltas de otros a personas que las ignoran. La calumnia es decir con falsedad algo que daña la reputación de otros y da ocasión a juicios falsos respecto a ellos. La maledicencia y la calumnia destruyen la reputación y el honor del prójimo (Cat. l.C. 2479).