El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, ha retirado las competencias de deportes a David Ribas, de Guanyem, una decisión traumática que se produce a poco más de dos meses de las elecciones. El clamor sobre el desastre de este departamento hace mucho tiempo que se sabe en Ibiza y se ha publicado más de una noticia sobre las protestas de entidades deportivas que no han cobrado las ayudas prometidas. Ante la crítica nunca hubo la más mínima reacción, pero ahora hay elecciones. Y Torres sabe que no puede tener enfadados a tantos dirigentes deportivos en Ibiza porque eso le puede costar las elecciones, que ya de por sí no las tiene nada fáciles ni con una carambola.

El área de deportes ha sido un absoluto desastre, pero también vivienda, dirigida por Viviana de Sans, incapaz en estos años de dar una sola solución a un ibicenco sin techo donde vivir. Y no hablemos de la incapacidad de esta legislatura para arreglar el tema de los residuos sólidos ante la nula iniciativa de Vericad. De todas las meteduras de pata de Lydia Jurado en el departamento social, cuando ha ido a trabajar, no hace falta ni hablar; ni tampoco del bloqueo del área de carreteras y de la lentitud de obras como la carretera de Santa Eulària y la chapuza del acceso a Jesús. Han sido cuatro años con más errores que aciertos y no es razonable que ahora, cuando ya se huelen las elecciones, se reaccione desde Presidencia del Consell quitando competencias a un conseller. Porque el problema es que en estos cuatro años, cuando se decía que había cosas que no funcionaban, se ha mirado para otro lado; una mala praxis política que suele acabar con los políticos en la oposición. Y eso Torres lo sabe de sobras.