Que la vivienda sigue siendo el principal problema que afecta, o más bien golpea sin piedad, a las islas de Eivissa y Formentera, es más que evidente a la vista de la última estadística publicada por el Ministerio de Fomento, sobre precios de la vivienda en España. El resultado nos afecta muy directamente ya que el municipio con el precio más caro del país es Eivissa, ocupando el tercer lugar de esta lista Santa Eulària.

Ante un problema de tal magnitud no se puede pretender que el inicio esta misma semana de la construcción por parte del IBAVI de un proyecto de 43 viviendas en Vila y el anuncio del inicio de otro de 24 antes de final de año, sea la única respuesta a esta grave crisis social; sobre todo si tenemos en cuenta que la construcción de ambos proyectos debería haberse iniciado en abril de 2018.

Por tanto y teniendo muy presente que el IBAVI, entidad pública encuadrada en la Conselleria de ‘Mobilitat i Habitatge’ del Govern balear, ha necesitado más de dos años para iniciar estos dos proyectos y considerando que se tardó más de siete años en acabar la última promoción inaugurada en las Pitiusas, en concreto un proyecto de 14 viviendas en Formentera, parece claro que si estos dos proyectos mantienen una dinámica similar hasta su finalización, no es esta una propuesta que vaya tener efecto de forma inmediata para atenuar el problema actual. No se puede seguir esperando varios años más, hay que actuar ya.

Y ante la evidente parálisis de ideas de la Conselleria que tiene las competencias en vivienda, dirigida por el Sr. Pons, quien se muestra muy satisfecho por anunciar que antes de que acabe el año se habrá iniciado la construcción de 67 nuevas viviendas VPO, que con suerte podrían estar acabadas dentro de algunos años, pero que no ha puesto más medios en la ayuda a los que necesitan desesperadamente encontrar una vivienda a un precio asequible, ni ha aportado ninguna idea nueva que ayude de forma rápida y eficiente a empezar a resolver la caótica situación, empiezan a surgir actuaciones de las administraciones locales.

Sirva como ejemplo la nueva oficina abierta por Sant Josep y denominada ‘Habita Sant Josep’, que prestará servicio de ayuda, información y coordinación en materia de vivienda a los residentes en su municipio. Pero ¿por qué resulta necesario este nuevo servicio municipal? Pues la respuesta es muy sencilla y no es otra que porque este servicio no está siendo debidamente atendido por la Administración que tiene las competencias en vivienda y que es el Govern balear y en concreto su Conselleria de ‘Mobilitat i Habitage’.

La oficina del IBAVI en Eivissa sigue igual que cuando se abrió, con una sola persona atendiéndola y a día de hoy colapsada y con numerosos problemas para poder obtener una cita. Nada ha invertido la Conselleria en la mejora de la misma, ni más medios, ni más personal y mostrando una total falta de interés en ir adecuándola a las necesidades de los residentes de la isla.

La oficina del IBAVI de Formentera cerrada y con los residentes de esta isla desatendidos y convertidos en ciudadanos de tercera. Y casual y curiosamente, la única oficina que sí ha mejorado ha sido la de Menorca, donde el problema de vivienda es menor que en el resto. Y hay otras cuestiones que deberían ser prioritarias para la Conselleria y en las que se debería estar trabajando intensamente.

El actual programa de ayudas al alquiler está desfasado, con condiciones y requisitos alejados de la realidad. También se debería mejorar sustancialmente la aportación económica del Govern a este programa, ya que hay que recordar que de los 6.364.000 euros de dotación, la Conselleria solo aporta 196.000 euros, con lo que no se acaba de demostrar que realmente la vivienda sea una prioridad, al menos en el presupuesto autonómico.

El problema es muy serio y como tal habría que atacarlo. Cabe esperar mucho más que lo visto hasta ahora de quien ya lleva más de cuatro años al frente del área de vivienda en nuestra Comunidad Autónoma.