«Cada día se amplía el número de casos de vehículos que desaparecen de la puerta de casa de sus propietarios sin dejar rastro y sin señales de fuerza. Todos los casos tienen un denominador común: los sistemas de apertura y arrancado sin llave», asegura la empresa especializada en el análisis de la ciberseguridad de vehículos Eurocybcar. Esta afirmación puede sonar a ciencia ficción, pero es la realidad. No es un problema del futuro, sino del presente. Los coches fabricados en los últimos años cuentan con algún protocolo de conectividad. Una medida que tiene sus ventajas e inconvenientes. Esta amenaza afecta a cualquier vehículo que incorpore un mínimo de tecnología como Bluetooth, sistemas de alerta, airbags o llave con mando a distancia. Por ello es importante concienciarnos en ciberproteger nuestros coches. El tema que trato en este artículo está relacionado con la reciente información sobre que los coches que no tengan certificado de ciberseguridad no se podrán vender en Europa a partir de 2022. Así lo refleja la nueva regulación de Naciones Unidas que se aprobará este año y se verá plasmada en un Reglamento Europeo de Seguridad de Vehículos. ¿Existe un peligro real de sufrir un ciberataque en el coche? Según Eurocybcar, en declaraciones recogidas por el digital HackerCar, desde 2012 hasta el momento presente, los ciberataques contra vehículos e infraestructuras relacionadas han aumentado en un 1.600%. Entre los ciberataques que pueden lanzarse contra un coche, según Eurocybcar, son los siguientes: robar el coche; tomar el control de la dirección o los frenos del vehículo; o robar información del sistema multimedia, por ejemplo un móvil, para obtener la lista de contactos, fotos o mensajes.