Los diputados socialistas ibicencos en el Parlament balear perdieron la ocasión ayer de alinearse con los intereses del pueblo que les votó y dejar de lado, aunque sea solo una única vez en la legislatura, la disciplina de partido.

Algo a lo que, por otra parte, nos tienen acostumbrados los partidos de ámbito estatal. De la única diputada ibicenca de Podemos uno ya no espera nada. El Parlament balear dio ayer su visto bueno a la proposición no de ley presentada por El Pi que insta al Gobierno y al Congreso a no modificar la tributación de los pactos sucesorios con el voto en contra de socialistas y podemitas. El argumentario que esgrimen los representantes del PSOE es que con la aprobación de la ley que está en trámite en la cámara baja se combatirá el fraude que algunos puedan cometer.

En definitiva, prefieren matar moscas a cañonazos antes de utilizar herramientas ya existentes para controlar e investigar una hipotética evasión de impuestos. Perdónenme, pero no hay por dónde cogerlo. Es más, el Consell Assessor de Dret Foral de las Pitiüses, formados por auténticos expertos en la materia, ya ha alertado que de aprobarse este cambio normativo la figura de las herencias en vida, tan extendida en Eivissa y Formentera, será la gran perjudicada. «Me preocupa bastante que nos estemos acostumbrando a que Podemos y PSOE estén más alineados con las órdenes que reciben de Madrid que con los intereses propios de las Illes Balears», les espetó ayer la diputada formenterense del Grup Mixt, Sílvia Tur, a socialistas y podemitas en su turno de palabra.

No le falta razón. Con la de pocas veces que Pedro Sánchez hace caso a Armengol, quizás esta vez tengamos suerte cuando vean que la proposición viene con el voto en contra de la presidenta balear.