Tal como ya comenté en un artículo anterior, la falta de vivienda con un alquiler asequible ha supuesto un importantísimo obstáculo a la hora de que tanto las empresas privadas como la administración pudieran cubrir debidamente sus correspondientes plantillas de trabajadores de cara a la temporada de verano; ahora bien, no es este el único inconveniente con el que unos y otros se topan a la hora de contratar personal.

Estos últimos días y en paralelo a las noticias sobre las dificultades a las que tienen que hacer frente aquellas personas que habitualmente solían desplazarse a nuestras islas para trabajar durante la temporada estival, hemos podido conocer la última propuesta que pone sobre la mesa alguna organización empresarial.

Después de dos años de penurias a consecuencia de la pandemia de covid, donde la gran mayoría de las empresas se vieron obligadas a aprobar los ya famosos ERTE, este año 2022 se ha podido dar comienzo a la temporada turística con una cierta normalidad. La reapertura de todos los negocios turísticos suele suponer una importantísima oferta de puestos de trabajo, si bien este año están surgiendo numerosos obstáculos para contratar el número de trabajadores suficiente para poder ofrecer todos los servicios posibles y para salvar estos inconvenientes la patronal pitiusa sugiere como mejor solución lo del sexto día laboral a la semana.

Seamos realistas, esta propuesta que para quien la sugiere parecerá extraordinaria, no deja de ser lo mismo de siempre. Cuando todo funciona como es debido o como se espera, negociar mejoras salariales para los empleados suele ser muy complicado, por no decir que misión imposible la mayoría de veces; ahora bien cuando aparecen ciertas dificultades que reducen por poco que sea el margen de beneficios previsto, son los mismos de siempre los que sufren los recortes más importantes, los empleados de las plantillas básicas.

Y en esta ocasión nada diferente está sucediendo. Se trata de aprovechar la circunstancia de la falta de trabajadores para completar las plantillas, para recuperar la misma propuesta que por parte de la patronal ya se intentó colar en la negociación colectiva del sector turístico de hace unos ocho años. La propuesta de que durante la semana se trabajaran seis días con uno solo de descanso fracasó a la hora de incorporarla al convenio hace unos años y por ello ahora se pretende recuperar como única alternativa a la situación actual.

No deberían olvidar los empresarios, que por duros que hayan sido para ellos estos dos años pasados, mucho peores han sido para la gran mayoría de trabajadores. Trabajadores que soñaban con el momento de poder retomar sus trabajos de temporada y que están viendo que ya no les compensa venir a trabajar varios meses al año a nuestras islas. Trabajadores a los que en muchos casos se les proponen los nuevos contratos con los mismos sueldos que antes de la pandemia, si tienen suerte, o incluso con importantes recortes.

En cualquier caso, lo que está claro es que la mayoría de empresas tratarán de incrementar sus beneficios contratando la menor cantidad de empleados posibles. La respuesta a las buenas expectativas que el ritmo de reservas nos permiten augurar, no puede ser exprimir todavía más a los empleados, privándoles incluso de derechos por los que ya lucharon en su momento y pretender que se vuelva a situaciones del pasado. No se pueden borrar de un plumazo las mejoras laborales, no se puede basar todo en seguir sobre explotando a los trabajadores, sobre todo cuando la idea de incrementar considerablemente sus horas de trabajo semanales no va a llevar aparejada una subida proporcional de los sueldos base y si se les ofrece alguna mejora será para cobrarla en negro.

Tal vez sea conveniente que los empresarios turísticos colaboren a la solución de la difícil situación de otra manera. Ayudando a que los trabajadores tengan donde poder vivir dignamente ya que sus sueldos no llegan para hacer frente a los alquileres cada año más abusivos que se vienen pidiendo, o bien ofrecer salarios dignos que permitan a sus empleados acceder a una vivienda.

Trabajar mucho más por un sueldo insuficiente en ningún caso solventará el cumulo de problemas a los que tiene que hacer frente un trabajador con sueldo mileurista.