Un momento de la jornada de este viernes en Santa Eulària. | Daniel Espinosa

La entidad ecologista GEN-GOB Eivissa sigue trabajando en la erradicación de las serpientes que hay en la isla, un objetivo muy complicado al tener en cuenta el gran número de ofidios invasores que tiene Ibiza. Es por eso que su gran apuesta consiste en ayudar a la supervivencia de la sargantana o lagartija pitiusa con la instalación de cajas refugio. Para ello, esta entidad ha contado este viernes con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Eulària y del Consorcio para la Recuperación de la Fauna y la Flora (COFIB) pero, sobre todo, ha contado con la ayuda especial de varios alumnos de 1º y 2º de Secundaria del IES Quartó del Rei. Muy temprano, los educadores y técnicos del GEN-GOB Eivissa, Balma Albalat, Jordi Serapio y Teresa Marí, se trasladaron junto a los estudiantes hasta el puerto de Santa Eulària para instalar los refugios destinados a la protección de las ‘sargantanes’. Una instalación que tuvo lugar desde el entorno del Palacio de Congresos hasta la calle Río.

«Esta zona de la localidad alberga una gran población de lagartijas de las Pitiusas. Por eso hemos instalado los refugios en este lugar», destacó Balma Albalat a Periódico de Ibiza y Formentera resaltando que esta especie autóctona está gravemente amenazada debido a la proliferación de serpientes invasoras. Una lucha a contra reloj cuyo objetivo es evitar la desaparición de la sargantana y concienciar a los jóvenes de la importancia que tienen estas especies dentro de la biodiversidad ibicenca. «Durante toda la semana hemos construido varios refugios, en total 30, para proteger a las distintas especies. El objetivo era impulsar la mejora del patrimonio natural a través de la protección de la biodiversidad», subrayaron desde la entidad ecologista GEN-GOB Eivissa mientras los estudiantes colocaban los refugios para proteger a las lagartijas en las zonas más ajardinadas del Paseo Marítimo de Santa Eulària.

Mucha implicación

«Desde el principio están muy implicados», subrayó Balma haciendo referencia a los alumnos. En este sentido, apuntó que tanto estas actividades de concienciación como los talleres formativos realizados al inicio del proyecto han sido muy bien recibidos por estos estudiantes de Secundaria. «Hicimos un debate y todos colaboraron. Además, gracias a esta iniciativa, muchos de los escolares han descubierto otras especies protegidas y únicas de las Pitiusas como es la ratapinyada petita de ferradura», explicaron desde la entidad ecologista.

Sin ir más lejos, indicaron que durante la semana también fabricaron refugios para las especies de aves. Unos refugios de varios tamaños, aislantes de la temperatura, que colocaron en la zona ajardinada del centro educativo. Respecto al material utilizado, señalaron que el alumnado usó bloques cerámicos y elementos vegetales para que estas especies autóctonas tuviesen la sensación de estar en un entorno natural.

Además, desde la entidad ecologista destacaron que, una vez instalados estos refugios, ahora lo más importante es hacer el seguimiento de estas casetas y observar el entorno para aprender de la naturaleza, puesto que muchas veces «no hace falta ver la Gran Barrera de Coral de Australia o la selva amazónica para darnos cuenta de toda la biodiversidad que existe». «Les hemos invitado a que hagan un seguimiento de los refugios instalados fuera del centro educativo, que los visiten periódicamente y que observen el entorno y si hay restos», puntualizó Balma Albalat.