Imagen del belén viviente de Sant Josep. | Moisés Copa

Fieles a la tradición, los vecinos de Sant Josep abarrotaron una vez más el templo parroquial en el día de Navidad para disfrutar del belén viviente, probablemente el más antiguo en la isla de Ibiza. De hecho, esta representación se inició en la localidad josepina durante los años 80 y sólo en 2020 no se celebró debido al coronavirus.

Jordi Martí, catequista y responsable del coro parroquial, explicó que los jóvenes que acuden a las clases para recibir la Confirmación suelen interpretar los papeles con texto como el de Santa Isabel o la Virgen María, mientras que los pequeños que van a recibir la Comunión interpretan a los pastorcillos y a otros personajes imprescindibles en un belén.

«Los mayores comienzan a prepararlo antes porque deben repasar los textos, aunque este año se ha juntado una generación que ya ha interpretado en otras ocasiones el belén viviente. Esta vez tocaba relevo, pero dijeron que les hacía ilusión interpretarlo una Navidad más y, como ya se lo saben, no hemos tenido que hacer tantos ensayos», explicó Marí.

Una pequeña bebé, vecina del pueblo, interpretó el papel de Niño Jesús.

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Se da la circunstancia de que el escritor Marià Torres realizó recientemente un estudio sobre este belén, destacando que las palabras que recitan los pastores son unas gloses de Isidor Macabich, mientras que el texto de los Reyes Magos de Oriente es obra del autor mallorquín Llorenç Moyà. «Es un compendio de cosas y textos. En Sant Josep, en su día había monjas procedentes de Mallorca y seguramente incorporaron estos textos», señaló Martí.

Desde hace unos años, el belén finaliza con una poesía escrita por Francisca Marí 'Botja', musicada por el coro parroquial para desear a todo el pueblo una feliz Navidad.

Durante la misa, la representación comenzó con la anunciación del ángel a la Virgen y la posterior visita de María a su prima, Santa Isabel. La narradora, Júlia Martí, fue relatando la historia e introduciendo a los personajes. El nacimiento de Jesús o la adoración de los Reyes Magos y sus pajes formaron también parte de la representación, acompañada en algunos momentos por el órgano de la iglesia y por música payesa.

Los Gotxos de Nadal pusieron el punto final a la representación navideña, convirtiéndose en un nuevo éxito para todos los participantes.