Un momento del taller de terracotas en el Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera. | Moisés Copa

Decenas de personas asistieron ayer a la primera sesión del taller de terracotas, que fue todo un éxito, en el Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera con motivo de la exposición temporal Per a la nostra senyora Tinnit, la poderosa.

En este sentido, los asistentes pudieron conocer, a través de este taller, cómo es el proceso de manufactura de estas pequeñas figuras de terracota de la diosa ibicenca Tanit, ya que estuvieron realizando estatuillas de terracota de la Cueva des Culleram durante este estudio e interpretación de la historia de Ibiza.

La Cueva de Es Culleram, situada a 150 metros sobre el mar en Sant Vicent de sa Cala, alberga el mayor santuario púnico de la isla dedicado a la diosa Tanit, que es la principal deidad cartaginesa vinculada a la fertilidad y la fortuna, entre otras cualidades. Cientos de personas siguen acudiendo a la Cueva de Es Culleram para adorar a la diosa Tanit, «algo que se ha hecho desde tiempos ancestrales». Poco a poco los presentes comenzaron a dejarse llevar y viajaron al mundo púnico para trabajar con paciencia este molde porque la producción de terracotas ibicencas del mundo púnico se caracteriza por un tratamiento esquemático.

Plazas agotadas
En esta línea, desde la organización destacaron que este taller logró agotar todas las plazas disponibles y, además, señalaron que se impartirá una segunda sesión el próximo sábado, 17 de febrero, en el Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera, pero esta vez sobre decoración de las terracotes.

Sin duda, los asistentes de ayer viajaron por la historia de Ibiza para moldear a la diosa más importante de la mitología cartaginesa. Cabe recordar que el santuario púnico de la Cueva de Es Culleram es uno de los enclaves más importantes de la arqueología pitiusa. Y, además, esta cueva ya sirvió de refugio doméstico en época prehistórica. Los púnicos, explicaron, la convirtieron en un lugar de culto en Ibiza, entre los siglos V y II antes de Cristo, y los creyentes de toda la isla acudían a este santuario para realizar ofrendas.