Más de una década acercando la fe al centro penitenciario de Ibiza. Desde que llegó la imagen en el año 2010 se lleva practivando el Vía Crucis en el centro penitenciario, con el objetivo de acercar un poquito más Dios a los internos. | Moisés Copa

Como ya es tradición en la Semana Santa, este martes 26 de marzo la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo de la Parroquia de Santa Cruz ha trasladado la imagen del padre Jesús hasta el centro penitenciario de Ibiza.

La imagen fue comprada por la agrupación musical Nuestro Padre Jesús Cautivo y bendecida el 14 de marzo del 2010 en la parroquia de Santa Cruz por el anterior obispo, Vicente Juan Segura.

Asistieron el presidente de la cofradía, Manolo Marchena, el presidente de la agrupación musical, Vicente Nadal y el presidente del Vía Crucis, que es el obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Ribas Prats, Carlos Herrera, el capellán de la cárcel, el cura de la Parroquia de Santa Cruz de Ibiza, Miguel Ángel Riera y otros miembros de la cofradía que llevan al Cautivo en la procesión. Desde el año 2010 al 2015 se creó como agrupación de fieles hasta que el día 19 de marzo del año 2015 se erigió como cofradía por el obispado.

Cómo se vive dentro

Desde que llegó la imagen en el 2010 se lleva practicando el Vía Crucis en el centro penitenciario, exceptuando dos años de parón por la pandemia. El objetivo de la agrupación es «acercar un poquito más Dios a los internos» y este año por primera vez, aprovechar para regalarles unas estampas de los dos titulares y oraciones.

Desde la cofradía explicaron que el recibimiento es «muy bueno» y que los presos y presas cada año participan más. Hay años que unos lloran, otros que le cantan saetas, otros que le tocan los pies, otros que te dan las gracias y les abrazan.

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Vicente Cruz Ballesteros, es miembro de la cofradía y así cuenta lo que sucede dentro del centro: «Hacemos un Vía Crucis con las 14 estaciones de la pasión, muerte y resurrección del Señor, donde a los presos y presas internos les acercamos un poco la fe a través de la imagen, de nuestro titular y de las escenas de nuestro Señor. Lo que queremos es traerles esa fe y ese amor, que igual ellos están privados de esa libertad que nosotros tenemos en los momentos que no tienen nada podamos acercarles la Semana Santa, el amor de Dios, la fe y un poquito pensar en ellos».

Para Ballesteros, las anécdotas como la que viene a continuación son la recompensa a su actividad: «Un día estaba en la Iglesia de Santa Cruz y un chico me reconoció y me preguntó si era yo del Cautivo; al confirmárselo me dio las gracias porque ya estaba libre, había logrado formar una familia y me agradeció llevarlo».

Zoraida Rótela, Isabel y Norma Leiva son tres paraguayas pertenecientes a la Cofradía Nuestro Padre Jesús Cautivo. Llevan «unos años» haciendo el Vía Crucis como costaleras, un acto en el que cargan la imagen del Cautivo por las 14 estaciones en las que paran para que «los penitenciarios lean la Biblia», según expresaron. Aseguraron que este reencuentro es «emocionante porque la mayoría lloran; para ellos hay mucho sentimiento».

Para Norma es duro estar lejos de su país e incluso de sus hijos y estas acciones le suponen «la conexión» y le «complementa venir a servir».

No tienen relación con aquellos que guardan condena, pero les mandan un deseo: «Que confíen y que salgan pronto; estamos fuera también las personas que les tenemos en cuenta». «Al final esto representa la vida de que, por una cosa o por la otra estamos atados, ya sea económicamente, por salud o lo que sea, y al final esto y la Semana Santa nos ayuda a reflexionar. creo que todos nos podemos equivocar en la vida y tener una segunda oportunidad», aseguró Ballesteros.