Después de vivir el noviembre más caluroso de los últimos ocho años ayer por la tarde llegó la lluvia, la bajada de las temperaturas y el inicio del invierno. Y lo hizo caprichoso, minutos antes de que la alcaldesa de Vila, Virginia Marí, debutara en esto de dar paso a la iluminación del árbol de Navidad de Vara de Rey y de los adornos de la ciudad, y como si quisiera fastidiar la actuación de los 37 cantantes del Cor Juvenil del Patronat Municipal de Música.

Pero el mal tiempo no pudo con las ganas de estrenar la Navidad de los vecinos y de las autoridades que llenaron el final del paseo de Vara de Rey, junto al reloj, para presenciar la actuación musical y asistir al primer pregón de Marí. Corto, conciso y cercano, la alcaldesa, sin paraguas alguno, auguró «el principio de la recuperación», pidió salud, «que todos tengamos un bocado que llevarnos a la boca» y animó a los estudiantes a «ir aprobando, ser buenas personas y hacer caso» a sus familiares y sus profesores.

Un Belén «más personal»

Prácticamente una hora antes, los actos navideños habían comenzado en la iglesia de Sant Elm con los acordes de los cerca de 80 niños, de entre 7 y 12 años, del Cor Infantil del Patronat Municipal de Música, y con la presentación en sociedad y posterior bendición por parte del obispo de Eivissa y Formentera, Vicente Juan Segura, del Belén de Vila que, por cuarto año consecutivo ha creado el artesano y escultor vallisoletano afincado en Eivissa desde hace más de dos décadas José Luis Marcos.

En esta ocasión la composición, que tiene 9 metros de largo por 3,5 de profundidad y cerca de 120 figuras, es más pequeño aunque «más personal» ya que, entre otras cosas, se han añadido unas casas blancas al pie de las murallas que «se parecen mucho a las de Eivissa». «Este año he intentado que sea especial, más recogido, y para ello he dividido el Belén en dos partes bien diferenciadas, la primera más oscura y dedicada a la familia, dando especial protagonismo al Nacimiento y a los Reyes Magos, y la segunda, más clara y con mayor importancia para el pueblo llano con la presencia de muchos pastores, trabajadores e, incluso, soldados romanos», confirmó Marcos.

Brindis en la carpa

Y después, y como previa al encendido del alumbrado, la amplia comitiva de autoridades, encabezada por la alcaldesa de Vila, Virginia Marí, concejales como Lina Sansano, Salvador Gallego o Juan Daura, y consellers como Vicent Roig y Pepita Costa, se encaminó hacia la carpa instalada en el paseo de Vara de Rey. Allí, entre abetos naturales y artificiales, piezas para construir belenes, adornos navideños alemanes, miel, sal e hierbas de Eivissa, y artesanía para recaudar fondos para la ONG Dignidad, todos brindaron con cava y con bunyols por los 25 años de existencia de esta pequeña feria y por la recuperación económica que pidió Virginia Marí.

Sin embargo, la estancia en la carpa fue más rápida de lo previsto ya que la lluvia y el mal tiempo amenazaban el encendido de las luces navideñas de Vila. Finalmente, ganó el espíritu navideño y aunque estemos a 29 de noviembre, se puede decir que ya es Navidad en Vila.